Protestas en Venezuela

Protestas en Venezuela
Fuerza Colectiva para el cambio

viernes, 26 de enero de 2018

Unidad y Elecciones. Cambio o Continuidad

Unidad de Ciudadanos para un Trascendental Proceso Electoral.

La Lógica del Cambio o la imposición de la Continuidad.

Friedrich Engels en su Prólogo a la Lucha de Clases en Francia de 1848 a 1850, en la edición de 1895 de Carlos Marx, esboza con claridad el fracaso de las revoluciones, de tal manera, que debería ser leído con mas detenimiento por los llamados revolucionarios maniqueos de pacotilla que construyen el llamado Comunismo Soviético y sus derivaciones Maoistas, Castrista y la dantesca sátira, burla histórica y tragedia, que comprende la llamada Revolución Bolivariana salida de un guiso intelectual llamado Socialismo Siglo XXI. Quienes constantemente son citados como padres del Comunismo por sus planteamientos sobre la dictadura del proletariado como respuesta a la dominación del Modelo Capitalista, son, quizás, los escritores, que con mayor medida, han sido mal interpretados y mal usadas sus observaciones, por criminales autoritarios para implementar un modelo destructivo de la organización social y sistemas de convivencia por su particular método de valoración dialéctica de la pugnacidad y luchas sociales que conceptualízan  con el rótulo,  lucha de clases. Este texto citado arriba, nos muestra,  como se materializa el fraude de las revoluciones y como se reproduce la dominación, por parte de nuevas minorías, en cada una de ellas, utilizando el discurso de representar el interés de amplios sectores de la población. Las clases sociales, aseguran, deben tener la capacidad para asumir la visión de un proyecto colectivo donde la Unidad es el centro de constitución del "que hacer" político, con una base programática, cuya finalidad organizada es velar por un modo de producción, donde las relaciones económicas, permitan relaciones de intercambio social donde el bienestar de las mayorías sea una realidad, sustentado, por una forma de dominación, cuya garantía, sea un orden social sostenido en unas relaciones sociales de producción para el progreso de la sociedad (todas las clases incluyendo la dominante) en una visión de totalidad. Nada dice, por cierto de la "destructividad" -aún y cuando, debemos ubicarnos en el contexto de unas relaciones de producción, que para la época estaban signadas por formas de explotación del trabajo industrial, previos, a la concepción semi esclavista y de clara pretensión excluyente en el ejercicio del "Biopoder", desarrollado en la Alemania Nazi, iniciadora de las concepciones propias de un neo-autoritarismo-totalitario-militarista, de ciertos nacionalismos, cuyo objeto fue el ascenso de nuevas élites bajo el yugo argumental de la destrucción de la producción capitalista, concebida por el autoritarismo desarrollado, en las distorsiones marxistas de Luxemburgo, Trosky, Lenin, y cualquiera de esas interpretaciones criminales de lo político, las cuales, solo han servido como una herramienta de justificación para la ruptura de las instituciones y de implementación de regímenes políticos sustentados en falsas revoluciones que han servido a procesos de involución, miseria social y ese "neo-militarismo", donde se esconde un sombrero mágico de falsas promesas y autoritarismo totalitarios, para asegurar una dominación y poder de nuevas minorías que se forman y sostienen bajo estos proyectos, donde son abandonados, los valores de libertad, la ciudadanía como educación social para la convivencia, el profesionalismo de las Fuerzas Armadas, la ética de la función pública, la Democracia, el respeto a las leyes y la prosperidad económica, principios construidos sobre la superación de luchas de larga data en defensa de los Derechos Humanos y las libertades democráticas. Tan falsas son, las justificaciones del socialismo- comunismo, aglutinadas alrededor de estos interpretes; tan fallidas en sus ofertas de prosperidad, que hoy vemos, en sus expresiones conocidas, huérfanas de una evaluación y juicio históricos; sus materializaciones como formas de convivencia como son,  Rusia, Cuba, Corea del Norte, Venezuela, China, formaciones sociales que luego de la destrucción de la población y de las actividades económicas, en el fondo, su verdadero propósito, es como Engels señala, expulsar una clase dominante para instalar otra minoría que asume el mismo carácter de dominación, pero con un añadido: darle vida a un nuevo esquema autoritario, totalitario y militarista, de enorme fracaso en lo económico y comercial. Estos países, luego de consolidar la dominación de una nueva clase, re-establece relaciones de producción donde los procesos de evolución natural de la polaridad en la tensión Individualismo-colectivismo, o mejor decir, Patrono-Trabajador, quedan relegadas a formas autoritarias de las relaciones humanas, fundadas en la subordinación al poder y, no sobre el poder derivado del acuerdo y el consenso, entre las partes en tensión polarizante, ejes de la acción política.
Venezuela a lo largo del año 2017, implementa una escalada de protestas que el régimen neo-militarista encuentra como oportunidad para emprender su dominio totalizador en la creación de una sociedad de Homo Sacer latino americana, con un campo de concentración salido de una Fraudulenta ANC en claro secuestro violatorio de la CRBV, poderes y leyes fundados por el propio Chavez, para conformar una sociedad, vista como conjunto complejo de clases sociales y actores políticos fragmentados, dispersos, perdidos en la visualización del objetivo central de la acción política para salir de la crisis, subyugados a eficientes tácticas divisionistas del gobierno de Maduro y Cuba, quienes mediante el recurso fraudulento de la ANC, se constituyen en élite dominante, a consecuencia del discurso revolucionario. Esta entropia social de la que se beneficia la élite pro-cubana, establece unas relaciones sociales, sobre repartos de migajas que requiere de altas dosis de visión trascendente y condiciones políticas y morales para el desprendimiento, en aras de un interés superior, por quienes conforman la fuerza opositora y de cambio, que aspira a otra forma de revolución, no sobre el vació ideológico del autoritarismo militarista totalitario, sino fundamentado en la acción colectiva como fuerza de Transformación y cohesión social, con un programa político y líderes, salidos del colectivismo y no de la individualidad y egoísmo personales; por cuya carencia o ausencia, no están en condiciones de enfrentar, superar y lograr, un cambio para el país, menos aún, contra ponerse como alternativa, a este ejercicio del Poder soportado en la opresión que las FAN ejercen como Biopoder con derecho de controles directos con los alimentos, la salud y los bienes de primera necesidad, la seguridad en los derechos sobre la vida y la libertad. Una sociedad cuyas clases sociales, son aplastadas por el poder militar que criminaliza y asesina a sus oponentes con la mirada atónita de la Comunidad Internacional y la complicidad interna de los poderes públicos,. Esta Comunidad Internacional que se da su tiempo, el cual depende, de las regulaciones internas de cada país en sus compromisos diplomáticos que si se respetan y sirven a relaciones externas de reciprocidad, condiciones estas de mucho cálculo, por las que no se siente segura de intervenir para salvar la vida de la población Venezolana, secuestrada, por criminales comunes en la institución armada corrompida y destruida moralmente, por otro tipo de intervención extranjera, la del socialismo criminal soviético-cubano y sus adlateres. De esta travesía dolorosa del 2017 y el inicio del 2018, la inconstitucional,- pero objetivamente hablando- élite del gobierno, representada en la ANC "convoca" -sin la fundamentación de criterios legales de la cual ni dispone, ni ostenta, pero si ejerce por la fuerza institucional,- un llamado a elecciones apresuradas, sin la debida "integridad electoral" necesaria para garantizar un proceso limpio, transparente y no viciado con las artimañas gubernamentales abusivas de ilegalidad. La razón es obvia, clara, cuando miramos a nuestro interior y vemos, a una sociedad desesperada y en alto riesgo de caer en "estado de necesidad" de la población;  a un paso del "sálvese quien pueda" y,  esto aunque es visto con preocupación por la Comunidad Internacional, nuestro mayor aliado de la historia los EEUU, tiene sus razones por las cuales no se decide, darse a respetar en esta grotesca fiesta de depravación política ejercida por el estamento de los criminales cubanos, con quienes el orden mundial democrático y libre ha sido demasiado paciente y débil. Estamos en presencia de un narco estado fallido y criminal que no puede permitirse, sea ejemplo a la disolución del orden democrático mundial, fundado en la libre determinación de los pueblos, en respeto a los DDHH, libres del maniqueo populista y la pos-verdad en política.
Pero este llamado a elecciones, no debe ser visto de otra manera mas que oportunidad definitiva para abandonar responsablemente, complejos distractivos de lo fundamental: ser libres del comunismo, asumiendo este momento como el reto y salvavidas, para la salida a la crisis política, económica e histórica que nos aqueja. La única verdad es, que no estamos en condiciones de implementar una sublevación y fuerza rebelde a la usanza de aquellas que anteceden las luchas sociales callejeras y llenas de enfrentamientos en barricadas contra el orden político dominante, un nuevo absolutismo, el cual ha desarrollado, -dicho por el propio Engels- sistemas de mayor capacidad de guerra para masacrar y derrotar, al pueblo rebelde, mal armado y organizado, sus opresores, esa élite de poder político minoritaria que ejerce el gobierno. Tampoco debemos esperanzarnos en una fuerza salvadora que, proveniente del exterior, sirva de soporte aleccionador y sancionatorio para exigir rendición de cuenta y castigo a los delincuentes que nos gobiernan, compuesto por una importante fracción del componente castrense venezolano generales y estado mayor, pletórico de privilegios abundantes signatarios de la humillación con la que viven los integrantes de sus componentes. No!. El panorama se nos abre lleno de escollos por superar, en la necesidad de volcarnos a la agitación de libertad, en este llamado a elecciones presidenciales; organizar un discurso de esperanza, fe en la oportunidad de cambio, denuncia de nuestras necesidades, el abandono que sufre nuestra población, sumida en hambre, miseria, falta de atención médica, protección ciudadana, acceso a los bienes de primera necesidad, falta de trabajo, empleo y remuneraciones decentes, dignas; instituciones que sirvan al desarrollo y bienestar de la población. Un gobernante que no exprese el carácter de un caudillo, sino su convencimiento del poder de la Fuerza Cohesiva en la vocación colectivista como Fuerza de Transformación para la superación de nuestros problemas con un proyecto hegemónico autenticamente derivado de nuestra ciudadanía y bienestar. La protección de la familia y del niño, de las profesiones y de la educación como factor de movilidad social ascendente.
En este sentido, debemos exigir de la oposición y de todo venezolana que quiere salir de esta pesadilla, nos volquemos en unidad, para votar y participar organizados en cubrir cada rincón de Venezuela, con nuestro mensaje de cambio; presentemos un programa de re-activación que sugiero, se inicie con el Documento de Conindustria para la re-activación económica del país; con el llamado a conformar una Unidad Política con un solo candidato. Constituyamos frentes políticos para la recuperación del país. En Valencia se dio el Punto de Encuentro para la Unidad Nacional, donde el pasado jueves 25-1, hubo una rueda de prensa de destacadas personalidades, políticas, empresariales y sociales, pertenecientes a  la sociedad civil, en franca conciencia del momento que vivimos pidiendo a los actores políticos y a la sociedad como una fuerza de transformación, acelere su accionar. Incorporemos a las Universidades, hoy presas del ahogo del gobierno, a la Iglesia en su capacidad de fuerza espiritual; ambas capaces de llegar a las masas de la población cundida en desaliento y miseria política. La clase empresarial como un todo, debe ser capaz de entender la grotesca farsa de este modelo actual, que también acabará con sus pirricas oportunidades de hoy y sumarse a la Unidad transformadora de un nuevo modelo económico. No debemos perder tiempo en diatribas superfluas. La carrera ya inició, hay dos candidatos visibles capaces de centralizar una conveniente polarización decisiva. No es que no haya otros con merecimiento, es que no hay tiempo y el gobierno quiere,- luego de alimentar las diferencias-  que nos agotemos en la escogencia de uno. No le demos gusto. Veo a Maduro y a HRA. Ninguno me gusta. Pero entre Maduro y uno "cualquiera" distinto a lo que representa, me quedo con "cualquiera", bajo ciertas condiciones que dependen de nuestra capacidad organizativa, una de las cuales es por cierto, salir de esta pesadilla, porque nos llevan a un seguro Holodomor. Que está en juego?:  la lógica del cambio o la continuidad. Dos opciones, una alternativa!. Esta posibilidad electoral urge y exige, de nosotros, desprendimiento y, pedirle a los abstencionistas, que por esta vez, coincidamos en empujar juntos la carreta del cambio. No hay fuerzas extranjeras que ellos esperan vendrán a salvarnos, menos aún, generales, ni Comacates ni tropa, para dirigir un golpe de estado. La comunidad internacional, con este esfuerzo de concurrencia masiva que debemos asegurar, tendrá la mesa servida, para honrar sus discursos de justicia si el régimen pierde,- lo que es seguro- y no entrega, aun y con todas las artimañas y trampas, que esperan realizar pero que fracasarán ante la fuerza decisiva de un pueblo que quiere sacar a los narco genocidas criminales que nos gobiernan y enrumbar nuestra sociedad por un camino mejor de principios, derechos, educación, justicia y libertad. Unidad, Tiempo, Desprendimiento. La fuerza de la Unidad nos llama. Fuera el Tirano!