Protestas en Venezuela

Protestas en Venezuela
Fuerza Colectiva para el cambio

martes, 20 de febrero de 2018

Unidad, Verdad, Tiempo y Desprendimiento

UNIDAD,VERDAD,TIEMPO Y DESPRENDIMIENTO.-

Ensayo para el antes y el después del 22 de abril.

La marcha que protagonizaron organizaciones de trabajadores de unas 60 empresas de la Zona Industrial de Valencia, el martes 20 de febrero, habla de una tragedia que debe ser abordada con urgencia. La zona Industrial de Valencia, emblemática infraestructura de producción industrial signo de progreso y apertura de oportunidades de empleo, inversiones y procesos organizativos de trabajo, ha experimentado una hecatombe pasando de unas 452 empresas en 1999,  un total de 39  parques industriales  a un poco mas de 100 empresas que funcionan con enormes dificultades de suministro de materias primas, situación justificada para emprender esta jornada de protesta, por segunda semana consecutiva, de las organizaciones sindicales, cuyas empresas registran paralización del 80% de la actividad productiva y por ello los trabajadores de tales unidades productivas, exigen del Gobierno Nacional y Regional, medidas económicas para reactivar la producción nacional, mejoras salariales y materia prima para trabajar. Los trabajadores en sus justos reclamos fueron reprimidos con gases lacrimógenos por la GNB y la Policia Nacional, detenidos algunos de sus dirigentes y algunos otros golpeados. Esta es el panorama de reclamos de la Venezuela de 2018, una gigantesca crisis humanitaria donde cada trabajador ve desaparecer sus ingresos a la par que experimenta la angustia del hambre tocando las puestas de los hogares de la familia venezolana de todas las clases sin excepción, y los peligros de la muerte por abandono, debido a la carencia de atención médica a las enfermedades. Este panorama,  es previo a la convocatoria y llamado, a elecciones anticipadas, realizadas por un ente calificado de inconstitucional como es la ANC y otro ente totalmente des-legitimado, con periodo vencido de sus autoridades como es el CNE. Ambos, en ejercicio de poder de hecho. En este llamado, el Presidente Maduro se presenta a la reelección por seis años mas, con el añadido, de no haber podido esclarecer la situación de su doble nacionalidad, que lo sigue inhabilitando, para ocupar tan importante cargo. Otro que ha manifestado su opción de participar es el Pastor evangélico, líder del movimiento "el evangelio Cambia", con denuncia penal y condición no seglar, que también inhabilita sus aspiraciones candidaturales. Pero el CNE, no se pronuncia por estos casos, ni parece que lo hará, añadiendo nuevas justificaciones para denunciar  ilegalidades en un concierto de irregularidades de una convocatoria, con claros visos de ausencia total de Integridad Electoral, para quienes aspiran a participar en una elección limpia, transparente y en condiciones de igualdad, que incluye la liberación de los presos políticos, la des-inhabilitación de candidatos potenciales, así como de partidos políticos ilegalizados por el ente comicial, demandas legales por decidir, como es el caso de la Elección de Bolívar, donde Andres Velasquez resultó ganador y le impusieron un fraude electoral. Un calendario adecuado de procesos de registro de electores, auditorias de cuadernos de votación, presentación de testigos, representantes, lapsos de nuevas inscripciones, auditorias de Software de las maquinas de votación, control de procesos auditables antes con simulaciones y después de las elecciones, con la finalidad de concurrir a ejercer el derecho y voluntad de elegir, la opción que considere la mas adecuada a la resolución de la crisis que atraviesa la sociedad Venezolana;  y tiene, en el Gobierno militarista, autoritario, socialista, de culto Bolivariano y nacionalista bucólico, el ejercicio de un poder destructivo de las actividades económicas y del trabajo; producción y progreso de la sociedad venezolana. Las consecuencias son de tal magnitud y la estulticia con la que actúan los representantes y funcionarios de gobierno, probablemente, traiga un daño irreversible en los valores y fundamentos de la integridad, coherencia, valores éticos y solidaridad histórica, nada fácil de recomponer; a esto se añade, la disposición de llegar hasta las últimas consecuencias por parte de sectores radicales del gobierno donde se interpone el irrespeto a la propia vida de la población y de quienes ejercen la autoridad de las golpeadas y desprestigiadas instituciones de los poderes nacionales revolucionarios.
Las condiciones por las cuales no pudo lograrse un acuerdo en RD para resolver por la vía electoral la crisis en Venezuela, tuvo en el Gobierno Nacional el principal responsable, y perdedor absoluto de este fracaso, que permitía, al gobierno, transitar una ruta para recuperar su viabilidad política y ahora en un difícil trance de consecuencias impredecibles, en virtud, de que el sector radical, con sanciones y responsabilidades insalvables por su rol activo, en el desastre de destrucción nacional, su egoísmo y ambición, propensión a acciones de criminalidad, corrupción y arrinconamiento en el territorio, los vuelve extremadamente peligrosos y, están dispuestos a todo, en primer lugar, como excusa, para anteponer el miedo a quienes se le oponen y quieren que salgan del poder. En segundo lugar, por el miedo que forma parte de su condición de vida y que es indudable y, sin salida posible, como no sea la destrucción de todo a su paso, cual fiera herida.
Entonces, la Unidad nacional debe dirigirse a lograr un acuerdo de todos los sectores que anhelan un país distinto, donde la inclusión, -no la exclusión permanente como hace el gobierno actual-, sea el objetivo de encuentro y planes de superación de problemas y dificultades por ineficiencia de la Función Pública, como son la Hiperinflación, la deuda externa, el control de cambios, el control de precios, la baja productividad, la falta de inversión, la corrupción, la delincuencia organizada, el narcotráfico, la reinstitucionalización de los poderes públicos el TSJ, las FAN que deben recuperar su función profesional y apolítica, la recuperación de las empresas estratégicas, la recuperación del salario y empleos dignos y decentes en concordancia con el articulo 91 de la CRBV de acuerdo al costo de la Canasta Básica, la corrección monetaria que permita recuperar el poder adquisitivo de los venezolanos, la libertad de asociación, sindical, empresarial y ciudadana, la protesta como vehículo para exigir los derechos conculcados, el respeto a los DDHH y el regreso a la democracia participativa y protagónica, la libertad de expresión y el respeto a los medios de comunicación y la libertad informativa de vuelta,  con el impulso a la educación de la población y la capacitación y profesionalización como factor de movilidad social con un presupuesto justo a las actividades de creación y desarrollo de conocimientos, investigación, de las Universidades Nacionales, la autonomía sindical y gremial y una conducta ética de progreso y bienestar de la representación política y el liderazgo nacional. Esto debe ser determinado con un gran acuerdo Nacional, donde no hay diferencias, solo puntos comunes. Para esto se requiere de un Tiempo, ineludible y urgente. Estimo, debe producirse y estimularse su organización, en un PUNTO DE ENCUENTRO, que debe iniciarse y sostenerse mas allá del día 22 de abril. El Tiempo del Proyecto de Unidad Nacional, es un objetivo cuya temporalidad la determina el logro del momento político, cristalizado en una oferta publica de cambio, para la sociedad,  a ser acordada y aprobada, con la participación de todos en un trabajo de sumatoria. Para esto es impretermitiblemente necesario el desprendimiento de los apetitos personalistas; no individuales. El individuo tiene derecho a pensar en su bienestar, siempre y cuando no colide con el bienestar colectivo en un régimen de igualdad relativa de oportunidad en un contexto de existencia de desigualdades.
Entonces, antes del 22A hay que buscar la Unidad de los sectores progresistas que se oponen a este régimen de oprobio, para ofrecer un proyecto de país alternativo, a partir del día 23A, por el cual lucharemos con ahincó, pidiendo apoyo político para su realización y, con la incorporación de todos los venezolanos de buena voluntad, decencia políticas y valores democráticos; sobre el fundamento del contrato y la cooperación voluntaria y concertada. En este propósito, anteponemos un trabajo de lucha por ese proyecto, mas allá del día 23 de abril, cuando aun y consumado el fraude de la canalla política y delincuente, podremos tener la fuerza, de la verdad de una nueva historia que queremos todos construir, y nos permita la fuerza cohesiva, y transformadora, para la recuperación y sanación de nuestra nación herida por el conservadurismo militarista del pasado.