Venezuela: un Estado forajido manipula aumento salarial para violar acuerdos contractuales.
Perjuicio contra los derechos del sector universitario plasmado en la IVCCC y la CRBV.
Profesor Gerardo Vásquez Vicepresidente de APUC-UC
Este escrito no es una declaración
partidista contra el régimen de Maduro. Es una denuncia pública del uso de la
violencia del Estado Venezolano, que, de manera hipócrita y descarada, viola
los Convenios suscritos por la República con la OIT, la constitucionalidad
laboral garantizada en la CRBV y los Contratos Colectivos, “que ellos mismos
acuerdan con los trabajadores”, pero en la práctica, hay una actuación
reiterada contra los derechos de los trabajadores, en especial, del sector
universitario, asfixiado, reducido, discriminado y golpeado.
Esta denuncia se dirige, a los
organismos internacionales como la OIT con presencia activa en estos días en
Caracas consultando a los actores, la CIDH, los Observatorios Laborales
Nacionales que velan, cuidan y protegen, los derechos de los trabajadores, para
mostrar al mundo, el malévolo y perverso medio usado por el ejecutivo nacional,
con la complicidad de los gremios que le sirven, tanto los que negocian los
derechos y encubren los daños a las reivindicaciones, como los que desatan
confrontaciones internas para dividir e impedir la unidad de acción política de
los universitarios y trabajadores, contra la política destructiva de las
condiciones laborales. Este medio no es otro que la Violencia Oficial Autocrática
(VOA)
La VOA es un animal “constrictor”,
tal como actúa su símil de los ofidios; atrapa con sus fauces violentamente y
procede a asfixiar a su presa.
Los justos reclamos y exigencias
por mejoras salariales a este desgobierno o mal gobierno, son manipulados de manera
perversa por la élite oficialista. Este grupo de vándalos, ejecuta y realiza el
peor de los latrocinios contra los recursos, bienes y presupuesto de la nación,
del que se han apropiado para su exclusivo beneficio, por cuyo efecto, se ha
venido incrementando el empobrecimiento de la población; crisis de la Educación
por limitaciones para la formación de profesionales y generación de empleos con
trabajo decente; todo esto tiene como causa y como “medio y arma de guerra para
la destrucción”, a la Violencia Oficial.
Un forajido es un sujeto que usa
la violencia para vivir al margen de la ley huyendo constantemente de la
justicia. Nuestro gobierno sin duda, encaja en esa definición, a tenor de los
hechos que conforman su actuación histórica a partir del año 2000 y acentuado
con la llegada de Maduro a la Presidencia; cuya actuación ha estado sostenida,
sobre constantes violaciones amparadas en la violencia oficial, que lo hace un
Estado Forajido mintiendo, manipulando y ocultando la verdad de sus propósitos.
El último[U1] de los
ejemplos de la violencia oficial se muestra en el anuncio del aumento del
salario mínimo. Presentan una parafernalia sobre un supuesto anclaje a una
referencia monetaria intangible llamada “El Petro”. Proceden a informar de un logro
significativo en las contraprestaciones al trabajo, cuando en realidad, están tramando
la violación de las conquistas aprobadas por ellos, aun y cuando presumen
representar la justicia de la revolución de un gobierno para los trabajadores.
El aumento del salario mínimo trajo como ejercicio de la violencia oficial:
·
Incumplimiento de los Contratos
colectivos, especialmente la IVCCU del sector universitario.
·
Achatamiento de las escalas de salarios
por fijación de % arbitrarios sobre los tabuladores de responsabilidad en las
competencias.
·
Centralización de la actividad
administrativa pública de organismos centralizados con los descentralizados, a través
de una fraudulenta unificación del servicio público, imponiendo una “Tabla Única”; aun y cuando, las
instituciones persiguen fines diferentes y contribuyen de manera distinta con
el desarrollo nacional.
·
Eliminación de beneficios históricos que
premian, la lealtad al trabajo, el tiempo de servicio y la experiencia
profesional, al modificar el cálculo de
la Prima de Antigüedad; donde es lo mismo tener 23 años de servicio que 25, 30
0 40 años de servicio. Esta violencia es particularmente curiosa. No se
premia desde 23 años de servicio con un % mayor, -como, por ejemplo-, reconocer
el 70% del salario base para la prima, a partir de esta antigüedad de 23 años
de servicio. Sino que se castiga a quienes tienen 24 o más años de servicio, a
quienes se le paga lo mismo que al de 23 años de antigüedad, a pesar de que
tienen más tiempo y dedicación. Esto es VOA.
·
Se cercena la participación de los
gremios más representativos y activos de la realidad laboral como FAPUV, AVERU.
·
Se esconde la información y se deja
colar un amargo sabor de incertidumbre, causante de angustia, desasosiego,
impotencia y frustración entre los trabajadores, potenciando los problemas
personales, creando estados ilusorios, manejo inadecuado de la información y la
toma de decisiones, mediante un ambiente de absoluta opacidad administrativa.
La clara intención, es una estrategia Goebbeliana para inducir al sometimiento
voluntario por impotencia y frustración, al cual debemos hacerle frente, con
una lucha de resistencia.
En definitiva, la VOA ha sido el
rasgo característico de un Estado forajido como el que preside Nicolás Maduro.
El diagnóstico clínico es el “Síndrome Lucena-Rodríguez”: trastorno de la
personalidad y la conducta, en la que se asumen compromisos y luego se falsean
resultados e informaciones[U2] que
afectan las relaciones de convivencia.
El sector Universitario debe
alzarse en rebeldía de conspiración abierta. Definitivamente, no hay manera de
progresar en este país por medios honestos y mediante el trabajo. La generación
de riqueza nace del asalto y la violencia institucional. Si queremos una
sociedad decente, todos debemos unirnos para desplazar a los delincuentes
administrativos que han ultrajado la función pública.
GV/EQ
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